viernes, 24 de febrero de 2012

Indignada

Sé que parece tarde, pero la conexión de internet y yo no hemos sido nada amigas esta semana, y desde el insti ya sabéis que no me gusta conectarme.

Supongo que los y las que me leéis sabéis a qué me refiero. Sí, a las cargas policiales contra los estudiantes del IES Lluís Vives de Valencia.

Esta semana más que nunca, exiliada en Calpe, me he sentido más cerca de mi querida Valencia. Veía las imágenes en la televisión y me parecía ver otro país, otra cultura. Y no señora, es mi ciudad. ¡Qué triste!

Me he sentido tan identificada que he llorado viendo las imágenes, he estada pegada a la televisión, leyendo prensa, e informada desde el móvil con amigos y familiares.

Lo que estos estudiantes reclaman es lo mismo que estamos reclamando en mi instituto: UNA EDUCACIÓN PÚBLICA Y DE CALIDAD.

El enemigo no está en las aulas, como se ha dicho, de hecho no existe tal enemigo.

Las imágenes de los miles y miles de estudiantes con libros en las manos son maravillosas, parecen de otro tiempo, ¿verdad?

Desde aquí todo mi apoyo a los estudiantes del IES Lluís Vives y a la ciudadanía valenciana que ha estado allí físicamente o de corazón, y toda mi repulsa a la actuación de la Policía.

2 comentarios:

  1. Ay, Inés!!, qué pena tan grande verdad? El problema es que ahora se ve que se están cargando la Educación, cuando esto viene de hace años, no es nuevo. Se está bombardeando todo un sistema para una sociedad alienada, inculta y manipulable, y con una educación en precario lo es. La educación es un derecho, no un capricho. Me solidarizo con todos vosotros, y te aseguro que siento indignación, pena, y una tristeza infinita. Un abrazo.

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  2. Verguenza ajena es lo que yo sentí, no soy valenciana, soy de la provincia más al norte, no levantes mucho los ojos que igual me ves la combinación. Bromas aparte, cuando oí las declaraciones del jefe de la policía, y vi la reacción desmesurada ante una manifestación pacifica, casi me rompo en pedazos. Que lastima que los jovenes tengan que pedir de nuevo una educación de calidad y que no se gasten el dinero en fastos.
    Toda mi solidaridad, soy madre, tengo hijos en primaria y en secundaria y pensé que podría haber sido mi retoño el que fuera agredido.

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